Visitamos este inmenso obrador, propiedad en la actualidad de grandes ratas que nos estuvieron acompañando durante nuestro recorrido. Están tan gordas por el alimento que allí encuentran que ni tan siquiera son capaces de correr. Eso si, no dejaban de observarnos...
Un homenaje a esos lugares olvidados que guardan tantos secretos (para su mejor conservación omitiré datos como nombres, historia y ubicaciones de algunos de los lugares fotografiados). También veremos parajes bucólicos, construcciones sorprendentes... En definitiva, aquello que nos invite a realizar una pausa en el tiempo.
Queda prohibida la reproducción total o parcial de las fotografías aquí mostradas sin el consentimiento expreso del autor.
Así mismo, recordaros las normas básicas a cumplir para la visita a cualquier abandono: no hacer ruido, no romper nada, no ser vistos, no saquear el lugar, no revelar información de localizaciones a terceros y sobre todo, los accesos al lugar abandonado deben ser limpios y ya existentes, nunca se forzará una entrada.
Contacto: unapausaeneltiempo@gmail.com
(No se responderá a ninguna petición de localizaciones ni se publicarán comentarios que puedan desvelar una ubicación).
Lo mismo os querían comer las ratas cebonas
ResponderEliminarJeje, no creo, en mi vida he visto bichos más bien alimentados y más gordos!
ResponderEliminar